EL ANECDOTARIO DE MI REALIDAD

EL ANECDOTARIO DE MI REALIDAD

Cosas, buenas y malas, que merecen ser contadas.


miércoles, 20 de febrero de 2013

QUÍTATE TÚ PARA PONERME YO

Estoy feliz y, quizás, no debería estarlo demasiado. Al menos es lo que muchos de vosotros pensaréis tras saber lo que en realidad me ha sucedido.

Como muchos de los estudiantes universitarios de nuestro país, desde que empecé mi carrera he tenido que desplazarme para asistir a las clases a una ciudad en la que, por caprichos del destino, yo no vivia. Algunos abandonan el nido familiar y se mudan para vivir allí, ya sea en pisos compartidos o en residencias. Otros, como en mi caso, aprovechamos la relativa cercanía del hogar para convertirnos en lo que los anglosajones conocen como "commuters", es decir, ir y venir en el mismo día de casa a la universidad. Es cierto que no es una distancia muy grande, y que tampoco se tarda en exceso, pero os juro que tarde o temprano te termina matando física y moralmente.

 Y es que era un día como muchos otros. Llegué a la estación municipal de autobuses de mi ciudad tras media jornada en la universidad. Eran las 13:30 y lo único en lo que estaba pensando era en llegar al aparcamiento, montarme en el coche y conducir hasta casa para comer; deseos sencillos de cumplir. Pero ese día no resultó ser un día normal. Llegué allí donde tenia el coche aparcado y descubrí algo poco apetecible: un "list@" había decidido que aparcar su coche justo detras del mío y de otros dos más era una magnífica idea. Me imagino a esta persona, en el momento de bajarse de su automóvil, mirando el magnífico "tetris" que había formado y diciendose a si misma: ¡todo correcto! Ese lugar no es precisamente un sitio con demasiado tránsito ni comercios, por lo tanto tocar el claxon para intentar avisar al infractor de su error era en vano.

¡Y llegó el momento! Esta iba a ser la primera vez en mi vida que llamaría a la grua municipal ¿Que cómo me sentí? Feliz. Feliz por saber que estaba haciendo uso de esos servicios municipales por los que tantas veces se ha pagado a través de los muchos impuestos de siempre. Te sientes poderoso y, sobre todo, con derecho.

Es cierto, eché pestes por la boca a causa de la desagradable situación y me acordé de casi todo el árbol genealógico del "fiera"; además llegué más tarde a casa de lo que hubiera querido y estaba lloviendo, pero...

Así que ya estáis avisados, conozco el número de la Policía Local ¡y sé cómo usarlo!

EL ANECDOTARIO DE LA REALIDAD

Hola a todos y a todas, mis lectores (futuros y presentes).
Hoy empiezo esta andadura bloguera, quizás un poco por envidia, aunque he de admitir que también por mis propias ganas de soltar lo que me apetezca.
Llevo una vida muy normal, sin muchas estridencias, aun así en el día a día cotidiano siempre surgen cosas que, agradables o desagradables, bien merecen ser contadas.
Así que de eso se trata. Intentaré estar cada vez más activo en lo que a entradas se refiere.
Saludos a todos y ¡bienvenidos!